Es época de elecciones y de hablar de democracia, de partidos, de políticos, de honradez, de justicia… pero y ¿dónde están las mujeres en todo este engranaje? La democracia nace en las antiguas polis griegas, donde para ser ciudadano tenías que ser: hombre, libre y descendientes de padres atenienses, tres cualidades que excluían a mujeres, esclavos e inmigrantes. No fue hasta el siglo XIX que las mujeres pudieron acceder a la condición de ciudadanas , quedando aún un largo camino para la igualdad formal de la mujer y el hombre. Fue gracias al trabajo y la lucha de muchas mujeres, las llamadas “sufragistas” y lo que sería denominado más adelante cómo la primera ola del movimiento feminista , movimiento que buscaba lograr los derechos de ciudadanía (derecho a voto y a representación parlamentaria) y los derechos educativos para las mujeres. Destaca la sufragista Emmeline Pankhurst, quien declararía que “Prefiero ser una rebelde a una esclava”. Poco a poco y gracias a la lucha