Todas las ideas más brillantes han surgido de manera espontánea, como una "epifanía". Esto se debe a que el inconsciente ha estado trabajando en el problema y nos da el resultado. Bajo esta perspectiva resulta muy útil la metáfora del inconsciente como una inteligencia artificial, que nace con nosotros y se forma en base a los contextos en los que nos formamos.
Si nace en una familia en donde el papá le cae a golpes a la mamá cotidianamente, seguramente naturalizará eso. Considero que en los primeros años de vida ese inconsciente no posee filtros y asume todo lo que vive como natural, y así va llenándose de aprendizajes equivocados, dolor, frustraciones, desamor, falta de armonía y creando una formación substituta que podemos llamar ego y que generalmente toma el control de nuestra vida. Bien, y dicho esto, habiendo delineado la semejanza metafórica entre inconsciente e inteligencia artificial, podemos dar un salto epistemológico y preguntarnos.
¿Cuáles son las ventajas cognitivas que nos procuraremos con el uso de la inteligencia artificial?
Mayor capacidad de análisis, y el cumplir tareas rutinarias, reducción de errores, co-creación y nuevas formas de innovación en la generación de ideas: La inteligencia artificial puede generar nuevas ideas y soluciones a problemas complejos, actuando como un socio creativo para los humanos.
La inteligencia artificial es experta en reconocer patrones en datos, incluso en aquellos que son demasiado sutiles para el ojo humano. Esto tiene aplicaciones el análisis de síntomas, por ejemplo. Los sistemas de inteligencia artificial pueden tomar decisiones basadas en datos y reglas predefinidas, a menudo de manera más objetiva y consistente que los humanos.Esto significa que la sustitución de funciones cognitivas inconscientes por parte de la inteligencia artificial abre un abanico de nuevas posibilidades, tanto para el ser humano como para el pensamiento consciente.
Al delegar tareas repetitivas y que requieren gran capacidad de procesamiento inconsciente a la inteligencia artificial, se liberan capacidades cognitivas y los humanos pueden dedicar más tiempo y energía a actividades creativas, resolución de problemas complejos y cultivo personal. La inteligencia artificial puede automatizar muchas tareas, liberando la atención consciente de funciones y tareas repetitivas lo que aumenta la eficiencia y productividad en diversos ámbitos, desde la industria hasta la atención médica, por ejemplo. Estoy convencido que, al interactuar con sistemas de inteligencia artificial, los humanos pueden ampliar y desarrollar o mejorar habilidades, como la capacidad de pensar de forma crítica sobre los resultados generados por la inteligencia artificial y la habilidad de realización de tareas complejas.
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