Hoy por hoy superado el concepto freudiano de inconsciente como contenedor negativo, lleno de deseos sexuales reprimidos y tejiendo un discurso que atraviesa diversas ideas y experiencias de lo inconsciente que se han escrito desde el psicología junguiana, pasando por el cognitivismo actual, entretejiendo aspectos interesantes como los de la Gestalt, y otros métodos y escuelas psicoterapéuticas, así como de la hipnosis Eriksoniana y la PNL, se puede cómodamente usar la imagen de la inteligencia artificial como metáfora del inconsciente humano.
El Inconsciente como Procesador de Información
El inconsciente puede ser conceptualizado como un poderoso procesador de información que opera en paralelo y a alta velocidad. A diferencia de la conciencia, que procesa información de manera secuencial y limitada, el inconsciente es capaz de manejar grandes cantidades de datos simultáneamente. Esta capacidad se ha comparado con las redes neuronales artificiales, que también pueden procesar información de manera paralela y aprender a través de la experiencia. No es un lugar, sino una forma de organizar la experiencia, pudiendo ser los patrones inconscientes tanto saludables, como patológicos.
El inconsciente podemos plantear es un sistema complejo que permite la conciencia como epifenómeno y trabaja incansablemente para mantenernos funcionando de manera eficiente y adaptándonos a nuestro entorno. Aunque casi todas sus funciones ocurren fuera de nuestra conciencia, lo que hace que no nos demos cuenta de ella, su influencia en nuestra vida es profunda y significativa.
Tu inconsciente es una mediación entre tú, como existencia consciente y el afuera de ti, la realidad externa. Pongo un ejemplo, tu como conciencia todos los días te enciendes y te apagas como la memoria RAM del computador y eso lo hace tu inconsciente. Así mismo, como ya notamos, tu inconsciente cumple constantemente muchísimas funciones en tu vida sin que te des cuenta y las 24 horas.Se encarga de procesar una inmensa e incalculable cantidad de información, y genera comportamientos, hábitos, maneja emociones y almacena recuerdos, entre otras capacidades. Controla todas las funciones corporales, como la respiración, el ritmo cardíaco y la digestión. Aunque no siempre eres consciente de ello, tu inconsciente influye en todas tus decisiones, a menudo basándose en experiencias pasadas y emociones, en otras mediando contigo como consciencia reflexiva. Tu inconsciente también tiene la capacidad de aprender y desaprender también.
La mente inconsciente es una fuente inagotable de ideas y soluciones creativas, ya que trabaja de forma asociativa y no lineal y tiene acceso a información que tu como consciencia no tienes. La creatividad es producto de procesos mentales inconscientes, no de ti como conciencia. Así también tu inconsciente actúa como un escudo protector, reprimiendo pensamientos y emociones dolorosas que podrían resultar abrumadores para tu consciencia diurna. Nos ayuda a adaptarnos a nuestro entorno y a las situaciones cambiantes, aprendiendo de nuestras experiencias y ajustando nuestro comportamiento. Que dentro de su milagrosa complejidad y perfección cometa errores, es una realidad.
Mucho de lo que hacemos cuando estamos despiertos es inconsciente. Cuando caminas y vas hablando por teléfono, ¿Quién camina?
Por ejemplo, casi siempre cuando manejas no lo haces conscientemente. El hecho de manejar es inconsciente. Al conducir un automóvil, la mayoría de las personas realizan una serie de acciones de manera automática, sin pensar conscientemente en cada movimiento. Esto se debe a que tu inconsciente ha automatizado estas tareas a través de la práctica repetida, permitiendo que la conciencia se enfoque en otras tareas, como mantener una conversación o escuchar la radio. Este inconsciente es selectivo con los recuerdos que hace llegar a la consciencia.
Todo lo que aprendemos lo volvemos inconsciente, ejemplos son el leer, el escribir, el hablar, el caminar, por nombrar sólo unos procesos que nos parecen naturales y que seguramente no te habías dado cuenta que no son conscientes. El aprender es hacer inconsciente un conocimiento o hacer consciente a tu inconsciente de las consecuencias de ese conocimiento.
Por otra parte, el inconsciente juega un papel fundamental en la regulación de nuestras emociones, influyendo en nuestro estado de ánimo y en como reaccionamos ante diferentes situaciones cotidianas. En otras palabras y acercándonos a la metáfora de la inteligencia artificial, nuestro inconsciente es un poderoso procesador de información que influye en prácticamente todos los aspectos de nuestra experiencia consciente. Aunque creemos que tomamos decisiones de manera consciente, nuestro inconsciente influye en gran medida en nuestras elecciones, escogencias, decisiones a menudo con una velocidad inimaginable de procesamiento y basándose en procesos heurísticos y atajos mentales. Pero no solo esto, este inconsciente ha aprendido determinados valores contextuales y a expresarse bajo un determinado imaginario histórico y social.Seguiremos en la segunda parte hablando sobre su influencia en la inteligencia artificial.
Miguel Posani
Psicoterapeuta
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