ENTORNO ENFERMO Y DROGAS
Respecto al tema de adicciones, muchos de nosotros, erróneamente, pensamos que lo que hace al adicto lo provoca el alto placer que le reporta su droga que lo lleva a descuidar todo lo demás (por el poder seductor de la sustancia). Esto es tener una visión reduccionista y nos impide ver la complejidad del problema. La adicción requiere varios aspectos, no solo relativos a la sustancia, también, tiene su importancia el tipo de persona (y, particularmente, su manera de afrontar las situaciones difíciles) y el contexto (oportunidades del entorno).
La persona adicta no accede a ella por el placer que le provoca. No surge por el refuerzo positivo (no se consume la droga por el placer de consumirla), surge por el refuerzo negativo (se opta a la droga como forma para aliviar el sufrimiento).
El verdadero problema es la marginalización, la pobreza: casas en mal estado, malas condiciones de higiene, baja asistencia escolar, nulas oportunidades laborales, droga accesible, etc. Este entorno "enfermo" lleva a las personas a buscar conductas que generan placer rápido como las drogas; ya que las cosas del día a día no son suficientes incentivos para que la persona pueda sentirse bien.
LA REAFIRMACIÓN DE LA IDENTIDAD
Es muy importante aquí el autoconcepto y la autoestima. Si el autoconcepto se basa en una sola identidad (yo drogadicto y nada más) o un sólo logro (estar con los amigos en la calle y nada más importa), no hay mucho margen para generar un cambio. El cerebro debe aprender otros significados de la vida y a darles su valor (yo trabajador, yo saludable, etc). Si el barrio no da oportunidades de empleo, ni de vida saludable; el autoconcepto de sus habitantes será reducido a yo drogadicto y la autoestima será baja al no poder ser otra cosa; por eso muchos prefieren morirse, no ven una salida.
PERPECTIVAS SOCIALES
Pienso que invertir gasto médico para ayudar a los que están enganchados a salir de la droga es de poca utilidad (muchas veces, solo se alarga la agonía). El problema aquí no es el poder seductor de la droga (que a la persona le cuesta desgancharse) es la falta de oportunidades de vida, la falta de incentivos para que los habitantes de barrios marginales sean felices. Sería una buena alternativa contratar a la gente de barrios marginales para trabajar en ellos: limpieza de las calles, reparación de viviendas, construir parques y baños públicos, etc. Además de mejorar el nivel de educación, se debería lograr un menor absentismo estudiantil, así como ofrecer formaciones y educación para adultos (al mejorar sus estudios, tienen más oportunidades de encontrar un empleo). Solo abordando la causa real del problema de drogas (condiciones de vida desfavorables) se podrá aumentar la esperanza de vida (no con gasto médico).
PADRES Y DROGAS
Para muchos padres, les es más fácil aceptar que la muerte de su hijo es por culpa de la droga que por otras causas. Utilizan un mecanismo de negación, en lugar de aceptar una realidad amenazante. Les es más fácil aceptar que su hijo se lo llevó una sustancia "mala" que aceptar que su hijo tenía problemas emocionales, que sufría hasta el punto de depender de una sustancia para evadirse de la realidad y dejarse morir.
La muerte de un hijo ya de por sí es un evento que causa un terrible sufrimiento, como para que, además, los padres tengan que añadirle que su hijo no era tan fuerte, ni tan feliz como ellos querían que fuera.
El problema de las drogas no es la sustancia en sí misma. Seguramente, influyen más ciertos factores como: los rasgos genéticos de la persona (por ejemplo, tener un alto rasgo neurótico - tendencia a automedicarse con sustancias para evadirse de la realidad-; así como alto rasgo responsable - tendencia a marcarse objetivos y a obsesionarse con ellos-), vivir ciertos sucesos traumáticos ( como haber sufrido abusos sexuales en la infancia), vivir en una zona marginal (con pocas oportunidades laborales y altos niveles de desempleo, acceso a drogas); así como un autoconcepto poco variado e hiperexigente (YO triunfador en todos los aspectos de la vida) y una autoestima ligada a este.
Por Elisabet Aguiló
Psicóloga y Coach
Especialista en nutrición y salud
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