Muchos de vosotros os preguntaréis sobre el porqué se originan las adicciones. Algunos creeréis que lo que hace al adicto lo provoca el alto placer que le reporta su droga que lo lleva a descuidar todo lo demás (por el poder seductor de la sustancia).
No obstante, la persona adicta no accede a ella por el placer que le provoca, se trata de una compulsión. No surge por el refuerzo positivo (no se consume la droga por el placer de consumirla), surge por el refuerzo negativo (se opta a la droga porque alivia cierto malestar).
Ciertas sustancias y ciertas conductas son más reforzantes (negativamente, hablando) cuando hay sufrimiento. Según una investigación realizada con moscas para estudiar los mecanismos de la adicción, la frustración sexual aumenta el riesgo de abuso de alcohol. Dado que el sistema de gratificación de la mosca tiene una gran similitud con el de los mamíferos, la investigación puede ser útil para comprender por qué unas personas son más vulnerables a las adicciones que otras.
Cuando una persona está en relativa paz, puede disfrutar de los pequeños placeres que da la vida como una ducha caliente en un día frío o leer un libro en una tarde lluviosa; eso ya es una vía de escape.
El sufrimiento lleva a buscar conductas que generan placer rápido como las drogas, comer compulsivamente, beber mucho, relaciones sexuales muy estimulantes, etc; ya que las cosas del día a día no son suficientes incentivos para que la persona pueda sentirse bien.
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