Dado que nuestro voto no es determinante (la probabilidad de que nuestro voto sea el determinante para que gobierne un partido u otro es de 1/20.000.000. Bajísima probabilidad); que la mayoría de los votantes lo hacen bastante al tuntún (sin haber leído en profundidad las intenciones políticas de los susodichos y nos quedamos con lo superficial a menudo: "PP facha y Podemos progre"); que hay grupos de interés que ejercen presión a los políticos (funcionarios, pensionistas, estudiantes, agricultores, médicos, feministas, etc.); que lo prometido por los políticos, finalmente, no se lleva a cabo y que cualquier partido es capaz de mentir para ganar votos (“donde dije digo, digo Diego” y si no estás conforme vota dentro de 4 años otra vez. No hay consecuencias jurídicas por no cumplir lo prometido)… pienso que votar es una herramienta para justificar el poder, que sin el juego electoral y democrático no se justificaría.
La trampa es que la gente piensa que el poder es suyo porque lo elige y el poder está siempre en mano de los poderosos/ explotadores.
Visto desde mi experiencia, cuando pregunto: ¿Votas? La otra persona suele responder: sí, voto para que no gane cierto partido (es decir: no quiero que ganen los supuestos malos o los que son peores). Supongo que todos creemos que votando mejoraremos las cosas y quién no vota pensamos que está apoyando a una dictadura. Como todo el mundo vota (presión grupal), decidimos votar.
Hay muy poca esperanza en la clase política y en el sistema en general pero, lo cierto que es que formamos parte de él y seguimos votando a pesar de todas las fallas en el sistema elecciones, políticos y partidos.
Y tú: ¿Votas? ¿Por qué votas?
Elisabet Aguiló
Psicóloga
Coach especialista en nutrición y salud
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