ORIGEN: ¿Nacemos seres morales o nos educan para ser morales?
Los seres humanos somos seres éticos por nuestra naturaleza biológica. Nacemos con una estructura moral innata pero, los humanos no adoptamos un código moral único. Existe una pluralidad, pues nuestra moralidad es el resultado de la interacción entre genes y ambiente (no es posible determinar qué parte o porcentaje corresponde a lo genético y qué parte a lo aprendido).
VARIABILIDAD: ¿Varía a lo largo del tiempo?
Nuestra moral varía a lo largo del tiempo. El valor más importante para los niños suele girar en torno a la obediencia y la aprobación de los demás (moral heterónoma: normas, leyes). La moral autónoma (ligado a la percepción de lo que es justo) no suele convertirse en el valor predominante de la identidad hasta la edad adulta, adquiriendo en la adolescencia un especial significado valores relacionados con la lealtad y la fidelidad.
TIPOLOGÍA: ¿Qué tipología de moralidad hay?
El humano, moralmente, bueno es el que posee instintos sociales fuertes, actúa por simpatía hacia los demás, se mueve para establecer relaciones de cooperación, está dispuesto a obtener la aprobación de sus semejantes y trata de evitar el dolor de la culpabilidad, la vergüenza y el remordimiento.
En el otro extremo del bien moral, existe también el humano, esencialmente, malo. Se trata de aquel que no da muestras de simpatía por los demás, con fuertes deseos de realizar acciones malas, carente de instintos sociales y al que sólo le frena el temor al castigo.
Por tanto, no es exacto calificar de seres morales a todos los miembros de una comunidad social ya que puede darse el caso de encontrarnos con seres sociales pero, no morales debido a un déficit emocional o sentimental.
Elisabet Aguiló
Psicóloga
Coach especialista en nutrición y salud
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