Miss Zapolla era una cebolla con la soberbia más larga que un zapato del pie 48. Era un vegetal que se creía muy superior a sus congéneres y fardaba de poder hacer llorar a cualquiera.
Otra cebolla, Valolla (de las más valientes), cansada de escucharla y que llevara puesto, día sí, día también, esos aires de grandeza, la retó a un duelo: hacer llorar al niño con gafas (las gafas neutralizaban el poder cebolla).
El "juego" empezó con el turno de miss Zapolla. Empezó con una lluvia de insultos de cualquier tipo: eres un tonto, un inútil...pero no afectó al chico (más bien le resbalaba todo lo que le decía y pasaba de ella). Llegó el turno de la otra cebolla, que con sus acrobacias aéreas, logró que el niño se mease, literalmente, de risa y llorara por ello.
Zapolla había perdido y se retiró, callada, al cesto de vegetales.
Moraleja: los sentimientos de arrogancia pueden llevar a la persona a una situación de soledad. No solo porque a nadie le gusta estar cerca de alguien que se cree superior, sino porque, a menudo, esta persona piensa que no necesita a nadie más.
Todos destacamos en determinadas áreas, pero hay otras que deben trabajarse. Éstas últimas, por lo general, ya sea por ignorancia o por querer suprimirlas, las ignoramos. Por ello, es importante contar con la perspectiva de otra persona que nos arroje luz sobre qué es lo que podemos mejorar y trabajar en ello.
Elisabet Aguiló
Psicóloga
Coach especialista en nutrición y salud
Comentarios
Publicar un comentario