Intentar algo nuevo (como cambiarse de trabajo, mudarse a otra ciudad, por ejemplo) puede aumentar nuestra ansiedad.
En muchas ocasiones, el estrés se desencadena a raíz de algo positivo y adaptativo. En relación a esto, el eustrés ( o estrés
No obstante, hay quién siente un grado de estrés intenso y prefiere no tomar riesgos; eso provoca que la pasividad y el pesimismo sean los protagonistas de la mayoría de sus decisiones.
Muchas de esas personas no deciden por el coste de oportunidad (la posibilidad de equivocarse en su elección).
La vida está llena de elecciones y alternativas.
Con cada elección, debemos asumir un camino y dejar otro de lado.
Una vez tomada la decisión, hay quién queda atrapado en sus pensamientos (rumiaciones) o emociones (malestar y estrés), en valorar el coste de las alternativas perdidas: "Y si...".
Debemos ser consecuentes, cuando tomemos una decisión importante para nosotros debemos decirnos un "pa lante" y no quedarnos anclados a decisiones del pasado porque ya fueron tomadas.
Si nos equivocamos, podemos aprender de los errores y mejorar nuestra elección futura.
La cuestión aquí es tirarse a la piscina.
Elisabeth Aguillo
Psicóloga
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